Esencia de mulli
Pocos son los Schinus molle que crecen en este tramo del barranco, pero se hallan estratégicamente situados ofreciendo su sombra aromática a los paseantes y sus frutos a los lagartos, que ávidos los devoran curvando sus ramas.
Para saber más sobre su origen podríamos consultar la Crónica del Perú (1553) de Pedro Cieza de León, donde encontramos la primera descripción del molle: En toda la mayor parte de lo poblado desta tierra, se ven unos árboles grandes y pequeños, a quien llaman Molles. Estos tienen la hoja muy menuda, y en el olor conforme a hinojo...
Michel de Montaigne estimulado por estas lecturas recoge en sus Ensayos (1580) no solo las referencias a los molles sino a otros caminos:Grecia ni Roma ni Egipto pueden, ni por la utilidad ni por la dificultad ni por la nobleza, comparar ninguna de sus obras con el camino que se ve en el Perú, construido por los reyes del país, desde la ciudad de Quito hasta la de Cuzco -son trescientas leguas-, recto, liso, de veinticinco pasos de anchura, pavimentado, flanqueado a ambos lados por bellos y altos muros, y, a lo largo de éstos, por el interior, por dos acequias perennes bordeadas de hermosos árboles que llaman mulli.
Nota: extracto libre procedente de Los molles de Montaigne y los chaynas del Inca Garcilaso de Fernando Iwasaki.